jueves, 31 de diciembre de 2009

Primer y único encuentro con Alberto Breccia: Lima 1990


Por Gabriel Zárate

En febrero de 1990 se realizó en Cuba el primer “Encuentro Iberoamericano de Historietistas” teniendo como invitado de honor al gran Alberto Breccia. Mario Luccioni el mayor estudioso e investigador de historietas en el Perú viajó a este encuentro donde conoció a Breccia, a quien le realizó una extensa entrevista. Mario a su retorno al Perú (un día domingo) nos comunicó a los amigos del “Club Nazca de la Historieta” que el día miércoles Breccia hacia escala técnica en Lima como parte de su retorno a Buenos Aires. Mario se adelantó en Cuba a preguntarle si podíamos visitarlo, e invitarlo cenar, un pequeño grupo de admiradores durante su breve estadía en suelo peruano y la respuesta de Breccia fue positiva. Un miércoles 28 de febrero en la tarde, Breccia pisó Lima y se alojó en un hotel miraflorino, donde fuimos a las 6pm a recogerlo y llevarlo a cenar a un restaurant de comida china. Estuvimos presentes Mario Luccioni, Irela Núñez, Humberto Costa, Iván Castillejo, Rashid Rabi, Jaime Higa, Julián Ayquipa y Gabriel Zárate. Fueron aproximadamente tres horas de intensa charla con Alberto Breccia donde los asistentes nos deleitábamos escuchando y contemplando a un cabal genio de la historieta mundial. El siguiente texto es una remembranza sobre ese único e imborrable encuentro, un intento de luchar contra el olvido, buceando en los sótanos de la memoria para transcribir los recuerdos sobre lo que Breccia nos habló y nos dijo durante esa singular velada.


Breccia nos dijo

“No leo historietas, y tampoco suelo hablar sobre las que ya dibujé”. Sin embargo, en un momento de la reunión, ante la insistencia de Humberto Costa, Breccia confesó su admiración por "Krazy Kat" y "Polly and Her Pals", también avergonzado reconoció que de joven, en su etapa de dibujante de "Ernie Pike" “copiaba escandalosamente a Caniff”. Confirmó la importancia que tuvo en su evolución como dibujante esa pequeña obra maestra que es "Richard Long" y que “de todas mis historietas solo Mort Cinder se viene publicando ininterrumpidamente en el mundo”, pero la única obra suya que mencionó con nostalgia esa noche fue "Un tal Daneri": “Es sobre un matón envejecido al que solo le queda vender su fuerza, pero como ya es viejo cuando corre se cansa, cuando apunta para disparar la vista le falla en la puntería. A pesar de eso, tiene su propio sentido de la justicia”

Cuando le preguntaron por Juan Sasturain dio a entender que luego de concluir "Perramus" la relación se había quebrado entre ambos por razones que no quiso detallar: “Es como un divorcio, cuando uno se separa es porque ya todo está podrido”

A raíz del primer encuentro historietístico iberoamericano en Cuba, Alberto Breccia comentó que a los europeos no les interesaba en absoluto lo que ocurría en Latinoamérica y en general su actitud hacia nosotros oscilaba entre la indiferencia y el desprecio y lo ilustró de la mejor manera, contándonos una anécdota: “En un momento de mi vida me entusiasmó la idea de vivir en Paris y se lo hice saber a un amigo francés (Georges Wolinski) el cual me respondió: ¡Alberto como se te ocurre eso! ¿Sabes lo que un francés piensa de otro francés? Un francés piensa de otro francés es un hijo de puta. Si eso piensa un francés de otro francés ¿te puedes imaginar lo que un francés puede pensar de un sudamericano?”

Breccia también nos habló sobre la calidad historietística argentina, a su criterio “muy superior a la española”, pero que la debilidad editorial empujaba a los historietistas argentinos a orientarse siempre rumbo al mercado europeo: “Argentina después de futbolistas lo que más exporta son historietistas”. En su opinión "Fierro" no se libró de la crisis editorial argentina producto de una crisis económica mayor de final de década: “El bajón de Fierro se explica porque una revista no puede perder siete u ocho dibujantes de nivel internacional y no sentir las consecuencias”.

Tampoco estuvo ausente el tema de la fácil tendencia editorial a hacer dinero con el erotismo historietístico (del tipo de Milo Manara) orientado a un público no precisamente aficionado a los cómics, pero que demanda estos productos culturales: “A mí me han ofrecido cualquier cantidad de dinero por dibujar historietas eróticas y no he aceptado, no porque sea un puritano, sino porque no me parece bien, no me interesa dibujar solo por dinero”.

Preguntas incomodas

¿Se siente orgulloso del talento historietístico de su hijo Enrique? “También mis hijas Cristina y Patricia se dedican a dibujar historietas” (en forma extraña evadió dar cualquier juicio de valor sobre Enrique Breccia).

 ¿Qué ha ocurrido con Gustavo Trigo del cual casi no hay noticias? (recordaba que en una entrevista a Breccia publicada a inicios de los ochentas, Trillo y Saccomanno le preguntaron por los dibujantes jóvenes argentinos que más le gustaban, primero mencionó a su hijo Enrique y luego a Trigo) “Parece que Trigo se ha dedicado a la mala vida” (nos habló con un tono grave de aflicción, sugiriendo que Trigo era víctima de algún tipo de adicción, que lo habrían llevado a abandonar por completo las historietas).

¿Carlos Trillo puede compararse con Oesterheld? “Años luz, años luz…Todos ellos Trillo, Sasturain, Saccomanno, son hijos de Oesterheld” (respondió molesto, irritado, fastidiado. Un poco más y diciendo "no me hablen boludeces”, casi poniéndose de pie por tan ingenua comparación).

¿No se arrepiente de haber vetado a Mandrafina? (en una entrevista a Carlos Mandrafina a inicios de los ochentas, publicada en "Comix Internacional", el Cacho recordaba sus inicios como dibujante y a Breccia, su maestro en un Instituto de dibujo, animándolo a abandonar el oficio por falta de talento, increpándole su mediocridad en el dibujo). “¡Yo nunca veté a Mandrafina!” (lo dijo enardecido, con el puño cerrado golpeando el vacío del aire, desbordado por la furia como si lo afirmado no solo fuese falso sino también una cabal infamia. Luego Mario Luccioni aclaró que Mandrafina había hecho ese comentario más bien en tono de broma) (1)

¿Qué opina usted de la obra más reciente de Pratt? (era innegable que después de "Fabula de Venecia" la producción de Hugo Pratt había decaído notablemente en su calidad y que solo estaba explotando su prestigio y la popularidad de la más universal de sus creaciones "El Corto Maltes", por lo que la respuesta debía de ser cauta, ya que una antigua amistad unía a Alberto Breccia y a Hugo Pratt) “Yo opino de Pratt lo mismo que opinas vos… parece que Pratt ha perdido el entusiasmo, las ganas, el ánimo por dibujar historietas”.

Despedida

Luego de decirnos que “Moebius estaba tan endiosado en Francia que lo llamaban el divino”, que “Raymond era un imbécil”, y que él “prácticamente no asistía al cine”, al concluir la reunión fue cuando le enseñé unos ejemplares de "Vito Nervio" (editados en España por Antonio San Román) que Alberto Breccia no pudo contener su escandaloso asombro al contemplarlos y nos dijo con una voz que delataba la ingenua sorpresa de quien no daba crédito al saberse timado: “¡A mí no me han pagado!”.


(1). Muchos años después, el 2013, tuve ocasión de conocer a Cacho Mandrafina, y consultándole por el reportaje mencionado de Comix Internacional, Mandrafina negó enfáticamente el haberlo respondido: “debe ser una broma de Carlos Trillo, seguro yo no tuve tiempo para responder y Trillo respondió por mí. Todo fue una broma de Trillo”.


3 comentarios:

  1. Sin duda, cuando menos para mi, uno de los grandes de la historieta Latina,... pero por como describen aquel encuentro parece que tenía un carácter algo "especial"...

    ResponderEliminar
  2. Una excelente semblanza del maestro pues está despojada de toda divinización. Notable.

    Carlos Reyes G.

    ResponderEliminar
  3. Posiblemente Breccia estaba cansado de tener que contestar siempre las mismas pregintas. Si hasta yo, alguna vez, le pregunté por Trigo!
    Por lo que me contaban quienes fueron sus alumnos, la dureza del "Viejo" era proverbial; pero creo que esa intransigencia la ejercía también con su propia obra, implacablemente, y así es como llegó a ser EL MAESTRO.

    ResponderEliminar